jueves, 4 de diciembre de 2008

Artroscopía

¿Qué es la artroscopia?

La artroscopia es un procedimiento quirúrgico usado para visualizar, diagnosticar y tratar problemas en las articulaciones.

La palabra artroscopia viene de dos palabras griegas, ìartroî (articulación) e ìscopiaî (mirar), y juntos significan literalmente “mirar dentro de la articulación” Durante la cirugía artroscópica el cirujano ortopédico hace una pequeña incisión en la piel del paciente y luego inserta un instrumento del tamaño de un lápiz, que contiene de un pequeño lente y un sistema de luces para magnificar e iluminar la estructura dentro de la articulación. La luz es transmitida a través de fibras ópticas hasta la punta del artroscopio que ha sido insertado dentro de la articulación. Luego al conectar este artroscopio con una cámara de televisión miniatura, el cirujano puede observar el interior de la articulación a través de una incisión muy pequeña. La cámara de televisión conectada con el artroscopio muestra la imagen de la articulación en una pantalla de televisión, permitiendo así que el cirujano vea por ejemplo dentro de la rodilla, los cartílagos o ligamentos, o debajo de la rótula. El cirujano puede determinar la cantidad o el tipo de daño, y luego si es que es necesario reparar o corregir el problema.

¿Por qué es necesaria la artroscopia?

El diagnóstico de los daños en las articulaciones y sus enfermedades empieza con una revisión completa de la historia clínica, exploración física, y generalmente Rayos X. Otros estudios adicionales pueden ser necesarios, como una RMN (resonancia magnética), o un Tac (tomografía axial computada). Un diagnóstico final es efectuado a través del artroscopio, y éste puede ser más exacto que con el uso de cirugía “abierta” o estudios adicionales..

Las enfermedades y los traumatismos pueden causar daños a los huesos, cartílagos, ligamentos, músculos y tendones. Algunas de las condiciones que se encuentran con más frecuencia durante un reconocimiento artroscópico de las articulaciones pueden ser:

  • Inflamación

Sinovitis ó inflamación del revestimiento (sinovial) en la rodilla, hombro, codo, muñeca de la mano, o el tobillo

  • Lesiones agudas y crónicas

Hombro: desgarros del manguito de los rotadores y luxaciones recidivantes

Rodilla: ruptura de menisco, condromalacia (desgaste o lesión del artílago), y lesión de los ligamentos cruzados causando inestabilidad

Muñeca: síndrome del túnel del carpo

  • Partículas desprendidas de hueso y/o cartílago: en la rodilla, hombro, codo, tobillo, o la muñeca de la mano.

Aunque el interior de casi todas las articulaciones puede ser observado con un artroscopio, seis articulaciones son examinadas más frecuentemente con este instrumento. Éstas incluyen rodilla, hombro, codo, tobillo, cadera, y la muñeca de la mano.

¿Cómo se efectúa la cirugía artroscópica?

La cirugía artroscópica, aunque es mucho más fácil en términos de la recuperación que la cirugía “abierta” todavía requiere el uso de anestesia y equipo especial . Usted recibirá un anestésico general, espinal (raquia) o una anestesia local, dependiendo de la articulación o del problema por resolver.

Una pequeña incisión (como del tamaño del agujero de un botón de camisa) será hecho para poder insertar el artroscopio. Varias otras incisiones pueden ser hechas para ver otras partes de esa articulación o insertar otros instrumentos.

Cuando es indicado, se efectúa una cirugía correctiva con instrumentos especialmente diseñados que son insertados dentro de la articulación a través de incisiones adicionales.

Al principio, la artroscopia era simplemente una herramienta para el diagnóstico y para hacer planes para ejecutar cirugía abierta estándar. Con el desarrollo de mejores instrumentos y técnicas para la cirugía, muchas patologías ahora pueden ser tratadas artroscópicamente.

Por ejemplo, muchas rupturas del menisco en la rodilla pueden ser tratadas con mucho éxito con el uso de la cirugía artroscópica.

Algunos problemas asociados con la artritis también pueden ser tratados. Varios desordenes son tratados con una combinación de artroscópica y cirugía estándar.

  • Procedimiento del manguito de los rotadores
  • Reparación o resección de un cartílago rasgado (menisco) en la rodilla o el hombro
  • Reconstrucción de las lesiones del ligamento cruzado anterior en la rodilla
  • Extirpación del revestimiento inflamado (sinovial) en la rodilla, hombro, codo, tobillo y la muñeca de la mano
  • Liberación del túnel carpal
  • Reparación de ligamentos rasgados
  • Extirpación de partículas sueltas de hueso o cartílago en la rodilla, hombro, codo, tobillo y muñeca de la mano

Después de la cirugía artroscópica, las pequeñas incisiones serán cubiertas con un vendaje. Luego, usted será trasladado desde la sala de operaciones hasta un cuarto de recuperación. La mayoría de los pacientes no necesitan o necesitan una pequeña cantidad de medicación para el dolor.

Antes de haber sido dado de alta, le darán a usted instrucciones acerca del cuidado de sus incisiones, las actividades que debe evitar, y cuales ejercicios tiene que hacer para ayudar a su recuperación. Durante el seguimiento de su posoperatorio (evolución), el cirujano valorará su evolución y discutirá su programa de rehabilitación.

La cantidad de cirugía requerida y el tiempo de recuperación van a depender de cuan complicado es su problema. Ocasionalmente, durante la artroscopia, el cirujano descubrirá que el daño o la enfermedad no puede ser tratada adecuadamente con solamente la artroscopia. En casos la cirugía más extensa o “abierta” puede ser ejecutada mientras que usted está todavía bajo el efecto de la anestesia o en una fecha más tarde después de haber discutido los descubrimientos con su cirujano.

¿Cuáles pueden ser las posibles complicaciones?

Aunque son poco común, las complicaciones ocurren ocasionalmente durante o siguiendo la artroscopia; infecciones, flebitis (coágulos de sangre en las venas), una hinchazón excesiva o derrames de sangre, daños a los vasos sanguíneos o nervios, y roturas de los instrumentos. Éstas son complicaciones más comunes, pero ocurren en menos de 1% de todos los procedimientos artroscópicos.

¿Cuáles son las ventajas?

Esta cirugía es una herramienta extremadamente valiosa para todos los pacientes ortopédicos y es generalmente más fácil en el paciente que la cirugía “abierta” La mayoría de los pacientes reciben cirugía artroscópica como pacientes no internados y regresan a sus hogares unas cuantas horas después de haberla recibido.

Recuperación después de la cirugía artroscópica

Las pequeñas heridas de incisiones se sanan en el transcurso de varios días. Los vendajes de la operación se pueden quitar el día siguiente después de la cirugía y unas bandas adhesivas pueden ser aplicadas para cubrir las pequeñas incisiones que se están sanando.

Aunque las heridas de las incisiones son pequeñas y el dolor en la articulación que recibió la artroscopia es mínimo, generalmente toma varias semanas para que la articulación se recupere a su máximo. Un programa específico de actividades para la rehabilitación puede ser sugerido por su médico

No es algo raro que los pacientes puedan volver al trabajo, o la escuela, para continuar sus actividades diarias dentro de unos pocos días. Los atletas y otros que están en una buena condición física pueden en algunos casos volver a sus actividades atléticas dentro de unas pocas semanas. De todas maneras, no se olvide que las personas que reciben cirugía artroscópica pueden tener diferentes diagnósticos y condiciones que existían anteriormente, así es que cada cirugía artroscópica para cada paciente es única para esa persona. El tiempo de recuperación reflejará esta individualidad.

Su cirujano ortopedista es un doctor que cuenta con un extensivo entrenamiento en el diagnóstico y los tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos para el sistema musculoesquelético, que incluye los huesos, articulaciones, ligamentos, tendones, músculos y nervios.

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